Después del apetitivo nos trasladamos a un nuevo espacio de la masía y nos sentamos entre amigos y familia para degustar algunas creaciones gastronómicas. Saborear con calma, gozar y celebrar este día con los cinco sentidos, rodeados de la historia de la masía y su excepcional entorno natural.
La Garriga ofrece la posibilidad de realizar una comida al aire libre en el maravilloso Prado o bien una comida interior en la hermosa y elegante Sala Piano.
El restaurante Montserrat y el antiguo Pajar, espacios llenos de encanto e historia en la masía, acogen a pequeñas bodas con menos de 50 invitados.